En el inmenso campo de la nutrición y el bienestar, el enfoque dietético adaptado a la salud de la tiroides destaca por su estrategia holística y preventiva. La importancia de una dieta equilibrada juega un papel clave, no solo para el apoyo de la tiroides sino también para una salud global óptima.
Este artículo tiene como objetivo desglosar los principios fundamentales de tal régimen, proporcionando un itinerario práctico para aquellos que desean mejorar su salud tiroidea y general.
Los 7 Principios Fundamentales de una dieta para la Tiroides:
1. Tomar un Desayuno Rico en Proteínas.
El desayuno es la comida más importante del día. "¡Come como un rey por la mañana, como un pobre por la noche!"
Comience su día consumiendo proteínas de alta calidad para estimular la producción de neurotransmisores esenciales, como:
- La dopamina, para la memoria, la motivación y la sensación de bienestar.
- La noradrenalina, para aumentar la energía.
- El triptófano, precursor de la serotonina y la melatonina, favoreciendo la regulación del estado de ánimo, la ansiedad y el sueño.
Esto también contribuye a mantener la salud de su intestino, teniendo así un efecto directo y crucial en el funcionamiento de la tiroides.
Opte por los huevos, el pescado graso, así como las proteínas animales y/o vegetales, acompañados de ensaladas, verduras y legumbres, todo aderezado con un chorrito de aceite rico en omega 3.
Las vitaminas liposolubles son compuestos orgánicos que se disuelven en las grasas en lugar de en el agua. Esta propiedad les permite ser almacenadas en los tejidos adiposos del organismo, lo que las hace disponibles cuando son necesarias. Las vitaminas liposolubles incluyen las vitaminas A, D, E y K. Su capacidad para ser almacenadas significa que su absorción no depende necesariamente del consumo diario, ya que pueden ser utilizadas cuando los niveles son bajos. Sin embargo, un consumo excesivo puede llevar a un almacenamiento excesivo en el cuerpo, lo que puede presentar riesgos para la salud a largo plazo. Por el contrario, cuando se consumen sin grasas, las vitaminas liposolubles pueden no ser absorbidas correctamente por el organismo. Dada su naturaleza soluble en grasas, la presencia de materias grasas en la alimentación es necesaria para facilitar su absorción. En ausencia de lípidos, estas vitaminas pueden pasar a través del sistema digestivo sin ser captadas eficazmente por el organismo, lo que puede llevar a deficiencias vitamínicas incluso en caso de consumo adecuado.
Así, es importante consumir alimentos que contengan grasas saludables para asegurar la absorción óptima de las vitaminas liposolubles.
2. Limitar los Alimentos Ultra-Procesados.
Estos productos, a menudo cargados de aditivos, azúcares añadidos y pobres en nutrientes, pueden perturbar el equilibrio hormonal y favorecer la inflamación del organismo. Opte siempre por alimentos enteros y frescos para minimizar su exposición a sustancias potencialmente nocivas.
3. Consumir Más de la Mitad de su Comida en Forma Vegetal.
Las plantas son ricas en fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes, todos cruciales para el apoyo de la tiroides y la gestión de la inflamación. Incorpore por lo tanto muchos vegetales, frutas, legumbres y cereales integrales en su alimentación en forma de vegetales crudos, secos, fermentados o cocidos.
Esta dieta se adapta perfectamente a nuestra fisiología digestiva y a nuestro microbioma intestinal, que desempeña un papel clave en la salud de nuestra tiroides y nuestra salud global.
4. Optar por Alimentos de Baja Densidad Calórica y Alto Valor Nutricional.
La densidad calórica es el número de calorías aportadas por gramo de alimento. Tales alimentos ofrecen una abundancia de nutrientes por un mínimo de calorías, favoreciendo así la saciedad sin sobrecarga calórica. Piensa en verduras, crudités, frutas, ensaladas, sopas, etc.
5. Incorporar Alimentos Ricos en Antioxidantes.
Los radicales libres pueden dañar las células, incluidas las de la tiroides. Los antioxidantes ayudan a neutralizar estos radicales libres, protegiendo así la tiroides y el cuerpo en su conjunto. Encontramos antioxidantes en las bayas y las frutas, los frutos secos, las nueces, las verduras, los pescados, mariscos y crustáceos: el atún rojo, el salmón, las sardinas, la caballa, las ostras, los moluscos o los camarones - Las bebidas: el té verde y el café - Sin olvidar el cacao: 1 o 2 cuadrados de chocolate negro.
6. Preferir los Alimentos con Índice Glucémico Bajo.
Las fluctuaciones rápidas de la glucemia pueden perturbar el equilibrio hormonal. Elegir alimentos con bajo IG ayuda a mantener niveles de azúcar en la sangre estables, apoyando así la salud general del cuerpo y de la tiroides. Aquí tienes algunas ideas fáciles de incorporar en tu día a día: el aguacate, las almendras, el calabacín, el tofu, el brócoli, la berenjena, la zanahoria, los frijoles, las lentejas verdes, la manzana, el albaricoque fresco, las semillas de lino, la quinoa, la pasta integral sin gluten al dente, el arroz basmati integral, el chocolate negro al 70%.
7. Equilibrar las Grasas Alimentarias.
Un equilibrio saludable entre las grasas alimentarias es clave para reducir la inflamación, que tiene un efecto directo sobre el funcionamiento de la tiroides. Por lo tanto, favorezca los alimentos que contengan grasas saludables y de calidad. Para los Omega 9, piense en el aceite de oliva, de colza, de nuez (asegúrese de la calidad de su aceite), las avellanas, las almendras, los cacahuetes, las nueces de macadamia, las nueces de Brasil, el aguacate, la manteca de cacao, los filetes de arenque, el aceite de pescado, el tocino, y otros.
Para los Omega 3, encontrará una cantidad suficiente para cubrir sus necesidades diarias de ácidos grasos tipo omega 3 (EPA y DHA) en pescados grasos como el arenque, el salmón, las sardinas, la caballa, la trucha, etc.
Finalmente, las grasas de tipo Omega 6 se encuentran en los alimentos de origen vegetal como los frutos secos, los aceites de cártamo y de girasol, las semillas, pero también en los huevos, el pescado y las aves de corral.
Los 3 sobres de esta cura:
° L-TYRO TOP: Contiene vitaminas B, C, y precursores de neurotransmisores para estimular la memoria, la motivación, y regular el estado de ánimo. También contribuye a la salud intestinal influyendo en la tiroides.
° THYROÏDE + : Incluye extractos de Guggul, Ashwagandha, Fucus vesiculosus, y minerales como el zinc y el selenio para optimizar la función tiroidea y el metabolismo.
° ADRENO + : Incluye extractos de plantas adaptógenas como el ginseng y el ginkgo biloba para fortalecer la resistencia al estrés, así como nutrientes que favorecen la vitalidad mental y la función cognitiva.
Los Alimentos a Evitar:
1. Productos que contienen Gluten y Lácteos
Es decir, todos los productos a base de trigo, centeno, cebada, avena, kamut y espelta. Estos productos pueden ser proinflamatorios para algunas personas, exacerbando los síntomas relacionados con la tiroides. Priorice los alimentos frescos, las verduras, las legumbres, el trigo sarraceno, etc.
2. Productos "Light"
El aspartamo y otros edulcorantes artificiales pueden impactar negativamente la salud metabólica y promover la inflamación. Opte por bebidas saludables como el agua, el té verde, negro o blanco, infusiones, agua de coco, kombucha, jugos de vegetales, etc.
Al adoptar estos principios, no solo apoyas la salud de tu tiroides, sino que también contribuyes a tu bienestar general. Una dieta cuidadosamente elaborada es una base sólida para una vida dinámica y enérgica, permitiéndote sentirte absolutamente en la mejor forma.
- Fuentes:
- https://www.lanutrition.fr, consejos del Dr. Resimont, curso de nutritherapia Cerden
- https://www.docteur-resimont.be artículo por Nikki Verbreyt – Coach en Nutrición